SI SUPIERAS…
En esta mañana me desperté, luego
me fui a bañar y me vestí para ir al colegio, arregle mi habitación, desayune y
por último me despido de mi mamá para irme al colegio, todos los días son de
agradecimiento ya que estamos bien de salud, cada día se vienen cosas buenas y
diferente para aprender y valorar lo que tenemos, como nuestra familia y
amigos, es chévere encontrar amigos del pasado para recordar los momentos
divertidos que se vivieron y que compartimos, al salir del colegio tomo el
transporte para dirigirme a mi casa, en las tardes libres voy a entrenar mi
deporte que es el patinaje es de gran ayuda para la distracción.
En la virtualidad tiene sus
ventajas y desventajas; fue una manera fácil de estudiar desde casa y con la
familia al mismo tiempo, aunque también fue aburrido al estar encerrado todo el
tiempo, todo el día. A veces no se comprenden bien los temas de clases o
ejercicios propuestos por los docentes, también tenía distracción de mí misma
al hacer otras cosas cuando debería estar en la clase. Cuando presto atención
un ejemplo a física se me hace fácil y chévere ya que es hacer como calculo y
eso... en la presencialidad es muy diferente, es mejor que la virtualidad ya
que los docentes tienen su tablero y especifican mejor los temas y son más
entendibles y a lo que se entiende poder participar de forma segura o no ya que
en lo virtual algunas respuestas fueron ayuda de SAN GOOGLE 😉.
Lo que extraño es ir a la finca de
mis abuelos ya que allá es más tranquilo, también podía estudiar en lo virtual
y al aire libre y a lo que termina las clases le ayudaba a mi abuela con sus
quehaceres, al terminar de ayudarle a mi abuela aprovechaba el tiempo para
jugar con los perros, aunque después de tanto juego se vuelven demasiado
bruscos, pero en fin son tiernos 😊, también
extraño a mis primos favoritos ya que con ellos se comparte demasiadas risas,
aventuras y locuras.
Durante las clases virtuales me
gustaba hacer diferentes cosas ya que pues no entendía el tema entonces me ponía
hacer algunas tareas, jugar en el celular, ver videos, y también ayudar a mi mamá
en su trabajo de pasar notas, también sacaba a pasear a mi perrita.
Pues en la cuarentena estaba en la finca de mis abuelos, la finca estaba muy sola siempre íbamos los fines de año, pero desde la cuarentena fue diferente mis tíos le hicieron arreglos a la casa, a veces fue difícil convivir con ellos ya que algunos no hacían casi nada, pero también divertido compartir con ellos por lo que jugábamos parques todas las noches, en ese entonces también compraron una vaca y fue el día en que aprendí a ordeñar gracias a mi abuelo.